El disciplinar a técnicos de limpieza es una de las experiencias más difíciles que enfrentan los gerentes o dueños de negocio de limpieza. Mientras algunos líderes están a la altura de las circunstancias, otros evitan la confrontación a toda costa. Les preocupa herir los sentimientos de un empleado o temen que el empleado renuncie.
Sin embargo, dejar pasar incluso una infracción menor puede destruir su credibilidad y crear caos. Cuando ignora en lugar de disciplinar, demuestra a todo su personal que las reglas no importan.
Estrategias para superar el miedo a hacer cumplir las reglas y disciplinar a los técnicos de limpieza.
Comience con comentarios positivos
Los empleados que reciben comentarios positivos regularmente tienen más probabilidades de sentirse orgullosos de su trabajo y de su empleador. Sin elogios, la ética laboral de un empleado puede desvanecerse y permitirle ignorar las reglas más fácilmente.
Desafortunadamente, muchos dueños de negocios de limpieza no reconocen a sus empleados. Un estudio encontró que el 63% de los empleados sienten que no reciben suficientes elogios.
Si bien es fácil dejarse llevar por las operaciones del día a día, es vital hacer tiempo para el reconocimiento porque el 66% de los empleados dicen que renunciarían si no obtienen lo suficiente.
Si aún no tiene uno, cree un programa formal de reconocimiento de empleados para que el reconocimiento sea una parte regular de su rutina de gestión.
Establezca reglas claras
Una de las razones por las que los líderes empresariales pueden luchar con una disciplina constante es porque carecen de reglas claras y consistentes. Cuando todos los empleados conocen las reglas y los procedimientos, hay menos malentendidos sobre lo que está y no está permitido, así como las sanciones por infracciones.
Otra razón para tener reglas es que hace que sea mucho más fácil disciplinar cuando un empleado comete una infracción. Después de todo, si está en blanco y negro, es mucho más fácil decírselo al empleado que rompió la regla. Lo siento, lo dice aquí mismo y lo firmó.
Su manual del empleado debe incluir una sección completa sobre la conducta de los empleados. No haga suposiciones. Cubre todo, desde códigos de vestimenta y uso de dispositivos móviles hasta retrasos y conflictos de intereses. También incluya reglas para comportamientos ilegales como robo, uso de drogas, violencia y acoso.
Otra sección del manual debe explicar los métodos de disciplina que usa. Dos de los más comunes incluyen:
- Disciplina progresiva, que incluye niveles crecientes de gravedad cuando un empleado no corrige un problema (advertencia verbal, advertencia por escrito, libertad condicional, despido). Puede brindar la mayor protección contra acciones legales, pero es posible que desee agregar un lenguaje de empleo a voluntad para explicar qué acciones pueden resultar en un despido inmediato .
- Planes de mejora del desempeño (PIP), que son un enfoque de rehabilitación frente al enfoque punitivo de la disciplina progresiva. Los PIP pueden tener puntos de control, metas medibles y un proceso de capacitación para ayudar a un empleado si no cumple con las metas.
Revise su manual del empleado con cada empleado y pídales que lo firmen.
Maneje documentación personal
La documentación es clave cuando debe disciplinar a un empleado. No solo brinda protección en una posible acción legal, también puede brindar confianza a un gerente que teme tener la difícil conversación disciplinaria.
Mantenga un archivo del empleado que incluya las opiniones de la persona y cualquier advertencia verbal o escrita. También puede incluir documentación sobre cosas como tardanzas o falta de preparación.
La documentación de problemas proporciona un registro que muestra un patrón de comportamiento. Si solo toma notas mentales de los problemas, inevitablemente olvidará las cosas. Es posible que también le falten detalles cuando llegue el momento de discutir el problema con el empleado. Eso no es justo para el empleado y solo hará que le resulte más difícil disciplinarlo o despedirlo.
Revisa tu mentalidad o forma de trato
Es valioso dedicar un poco de tiempo a pensar por qué tiene miedo de disciplinar.
- ¿Temes molestar al empleado? Es posible que deba crear mejores límites y trazar líneas claras entre sus relaciones personales y profesionales..
- ¿Teme que el empleado renuncie? Es posible que deba implementar mejores planes de reclutamiento para que no tenga que perder autoridad frente a sus empleados.
Además, ¿cómo ve la disciplina? Si lo equiparas con el castigo, es más probable que lo temas. En realidad, se trata de ayudarlos a ser más eficaces.
Tómese un tiempo antes de la discusión disciplinaria para estar en el estado de ánimo adecuado. Modifíquelo de «esto será difícil» a «quiero ayudar a mi empleado» o «quiero proteger mi empresa». Este simple cambio puede ser suficiente para ayudarlo a sentirse más positivo y seguro acerca de la conversación.
También puede ser útil utilizar la empatía para ponerse en el lugar de sus empleados. Querrá saber si tuvo un bajo rendimiento o si hizo algo inapropiado. Agradecería la oportunidad de mejorar en lugar de enfrentar el despido sin previo aviso.
Recuerde, las acciones disciplinarias tienen como objetivo dar a los empleados buenos o mediocres la oportunidad de mejorar. También es una oportunidad para eliminar las manzanas podridas que no se preocupan por su trabajo o su empresa.
Siga los procedimientos
La confrontación no es fácil ni divertida para la mayoría de las personas. Prepararse con anticipación para la conversación puede reducir parte del estrés.
- Traiga el archivo del empleado y su manual del personal a la reunión. Revise lo que ya se ha documentado en su archivo y cómo los problemas violan las reglas de la empresa que firmaron y acordaron previamente.
- Dar crédito a quien crédito merece. Si el empleado ha realizado alguna mejora positiva, demuestre su agradecimiento por mantener un tono positivo incluso cuando lo reprima.
- Discuta cualquier problema que no se haya resuelto y busque soluciones. En lugar de «debes llegar a tiempo», di «Me di cuenta de que llegaste tarde a tres de tus turnos esta semana. ¿Qué podemos hacer para evitar que eso vuelva a suceder? «Quizás un pequeño cambio en la hora de inicio permitiría al empleado llegar a tiempo a cada turno. Al trabajar juntos para encontrar una solución, ambos se sentirán más comprometidos en progresar.
- Explique los siguientes pasos según el protocolo disciplinario documentado de su empresa. ¿Qué consecuencias o restricciones se están aplicando en este momento? ¿Tendrá una reunión de seguimiento? ¿Si es así cuando? Salga de la reunión con un plan claro.
- Cíñete al plan y sé constante en tus reacciones. Usted estableció las expectativas, ¿ahora el empleado las sigue cumpliendo? Si no es así, ¿está cumpliendo con el plan de acción que presentó durante su última reunión?
- Conserve la documentación de esta reunión para futuras reuniones o posibles litigios. Es mejor prevenir que curar. Si necesita despedir o suspender a un empleado, tener documentación clara de todas las medidas disciplinarias que ha tomado será de gran ayuda para evitar una demanda por desempleo o una demanda por despido injustificado.
No permita que los empleados que se portan mal lo tomen como rehén. Aléjese del miedo y en su lugar adopte un enfoque de disciplina poderoso y proactivo. Ser claro y coherente afectará positivamente el rendimiento y la productividad de su equipo, y hará que esas conversaciones difíciles valgan la pena.